El cultivo doméstico de cannabis para fines medicinales llegó hoy a la mesa de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados de Paraguay en forma de proyecto de ley arropado por médicos, abogados, diputados y representantes de la sociedad civil.
La propuesta, que será presentada a votación el próximo 21 de junio en la Cámara baja, tiene la intención de modificar dos artículos de la ley que regula los estupefacientes en Paraguay, el mayor productor de marihuana de Suramérica, para que no se considere criminal la tenencia de cannabis y su cultivo con fines medicinales.
«En el caso del cannabis, estará exenta de pena la persona que padezca dolencias tratables con cannabis medicinal, debidamente certificado por el médico (…) que para su exclusivo uso medicinal siembre, cultive, coseche y realice cualquier tipo de procesamiento posterior», indica el proyecto de ley expuesto en la Comisión.
Esta propuesta no es vinculante y puede ser todavía modificada o expuesta a los diputados junto a otros proyectos alternativos antes del día de la presentación en sesión parlamentaria.
Este proyecto de ley, como explicó a Efe el diputado liberal Víctor Ríos, que encabeza esta propuesta legislativa, es una propuesta de mínimos.
«Aquí hay varios elementos en contra, los prejuicios, los intereses económicos, políticos, presupuestarios… Todos esos elementos juegan en contra, por lo tanto es mejor ir paso a paso. Empecemos por esto, que tiene un contenido profundamente humanitario», señaló el diputado opositor.
Ríos destacó el carácter «conservador» de la sociedad paraguaya como uno de los puntos en los que hay que avanzar a través de la información verídica sobre el tema y puntualizó el trabajo de asociaciones civiles favorables a la despenalización del cultivo doméstico como Mamá Cultiva, un grupo de mujeres que cultivan cannabis para fabricar derivados como el aceite para tratar a sus hijos con epilepsia o dolores crónicos.
«Se están abriendo grietas muy importantes dentro de esa mentalidad tan conservadora. Hay un ambiente positivo para que se pueda aprobar al menos esto, que es mínimo. Lo único que estamos diciendo es que si usted necesita de un medicamento derivado de la cannabis sativa, usted puede cultivar la planta, nada más», afirmó.
El acto hoy en Diputados generó un debate sobre los pros y los contras de llevar a cabo este paso en el país suramericano, donde la compraventa y producción de la marihuana es ilegal.
El doctor Miguel Velázquez, representante del Ministerio de Salud Pública en la reunión, dejó claro que en Paraguay es legal el uso del cannabis con fines medicinales bajo prescripción médica, pero matizó que el cultivo doméstico y la posterior producción de derivados medicinales artesanales no pueden ser legalizados.
Sin embargo, desde Mamá Cultiva, Cynthia Farina apeló a la necesidad inmediata que tienen los hijos de las mujeres que conforman el grupo de consumir esta «medicina natural» y no pueden esperar a los dilatados ritmos legislativos.
Además subrayó los buenos resultados que tiene en sus hijos el uso de aceite de cannabis de producción artesanal y advirtió de las «mentiras» que se dicen en contra de esta práctica.
Uno de los temas más críticos de la reunión fue la reciente aprobación de importaciones farmacéuticas desde Estados Unidos de medicamentos elaborados del cannabis y sintetizados en laboratorios.
El Ministerio de Salud Pública anunció hace dos semanas que las primeras dosis, que se distribuirán a través de un laboratorio privado y bajo prescripción médica, llegarán al país esta semana.
Las asociaciones civiles presentes en el acto, como Quiero Ser Legal, expresaron que el precio de las dosis -más de 300 dólares- es abusivo e imposible de pagar para la gran mayoría de personas que lo necesitan.
El problema que se planteó es que las autoridades busquen la regulación a través de la industria farmacéutica y con productos elaborados en laboratorios, en lugar de permitir el cultivo doméstico y la fabricación artesanal.